La evolución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) refuerza los lazos comerciales de las tres naciones y ajusta las relaciones comerciales a las demandas actuales, como ejemplo la inclusión de un capítulo relacionado el comercio electrónico y compromisos en materia ambiental. Un proceso que se llevó más de un año de negociaciones está prácticamente consolidado.

Pero sin duda uno de los cambios con mayor impacto en la parte mexicana es el relativo a las reglas de origen, sobre todo los relacionados a la industria automotriz. 

¿Qué son las reglas de origen?

Las reglas de origen son los requisitos indispensables de producción, elaboración o producción que debe tener un producto o mercancía para que se le considere como originario de un país, con las ventajas arancelarias que ello representa en el comercio internacional.

Para la industria automotriz es un reto el tema de las reglas de origen establecidas en el T-MEC, ya que aumentan el contenido regional de 60 a 75% de los materiales cuando sean de alguno de los tres países, de igual medida aumenta el acero y aluminio utilizados para su elaboración. La manufactura, proveeduría, instalaciones y procesos productivos se verán afectados para ajustarse a las nuevas reglas. Esto, según los líderes de la industria, tendrá un impacto en los costos finales, lo que plantea un escenario complicado a la de por sí difícil situación en la que se encuentra la industria automotriz.

El Protocolo Modificatorio, los últimos ajustes

El Protocolo Modificatorio del T-MEC fueron las cláusulas finales en las cuales alguna de las parte encontraba controversias que buscaban solucionar. Dentro de los temas del Protocolo, adicionales a las reglas de origen, encontramos:

  • Medio ambiente y conservación
  • Derechos de propiedad intelectual
  • Protección de datos
  • Patentes
  • Derechos laborales
  • Solución de controversias

Para continuar con el tema que nos interesa, las reglas de origen fueron puestas sobre la mesa en dicho Protocolo, sobre todo el tema del acero y el aluminio. La modificación del Protocolo, en el Artículo 6.1 del Apéndice al Anexo 4-B del Capítulo 4, al ser uno de los temas más polémicos, quedó como sigue:

“[…] después de los siete años siguientes a la entrada en vigor del Tratado, para que el acero se considere originario en virtud de este Artículo, todos los procesos de fabricación de acero deben ocurrir en una o más de las Partes, excepto los procesos metalúrgicos que involucren el refinamiento de aditivos de acero”

El T-MEC es casi una realidad, sin embargo es importante estar al pendiente del impacto de la industria, de sus cadenas de valor y comerciales, ya que en rubros como los que mencionamos, necesitan de una implementación que dé tiempo y rango de acción a los tres países involucrados para ajustar la logística, recursos humanos y materiales, con el fin de no desvirtuar el origen del T-MEC, que es promover acuerdos comerciales justos.

Editorial Lofton.