Un estudio reciente realizado en México señala que en promedio una pequeña y mediana empresa (Pyme) tiene un tiempo estimado de vida de entre dos y cinco años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).  Aunque muchos son los factores que la llevan a las empresas a la quiebra, hay uno en particular que destaca: no tener un adecuado control de inventarios, lo que genera los famosos “robo hormiga” que necesariamente derivan en la pérdida de control del negocio. 

Aquellas empresas que deciden no darle el peso estratégico al adecuado control de inventarios se encaminan a tener graves problemas económicos, consecuentemente algunas de ellas cierran operaciones antes de cumplir 5 años.

¿Cuáles son las principales consecuencias de una mal manejo o administración del inventario?

  • Clientes insatisfechos. La falta de control en un inventario puede generar retraso al momento de envíos a los clientes, al igual que la inexistencia de productos claves en tu tienda. Esto puede traer inconvenientes a los consumidores e incluso puede llevarte a perder parte de tu clientela fiel; ya que no podrías garantizar un servicio de calidad.
  • Poca rentabilidad. Un mal inventario impacta en grandes pérdidas para tu negocio. Si tienes demasiado inventario, puedes correr el riesgo de que se dañe o destruya con el paso del tiempo; si no cuentas con un sistema que te ayude a gestionar tu negocio y optas por adquirir más productos o abrir otro inventario sólo por no saber exactamente con qué productos cuentas, puedes llegar a tener pérdidas de dinero en tu negocio  que pongan en riego tu operatividad.
  • Robo de los empleados. Una de las modalidades más comunes es el “robo hormiga”. Consiste en la sustracción de tan sólo un artículo a la vez o unos pocos. De esta manera, es muy difícil darse cuenta de la desaparición de mercancía. Con el paso del tiempo, y sin un debido control de la mercancía, este robo al parecer insignificante se convierte en pérdidas cuantiosas. 
  • Ventas sin registrar. En muchas ocasiones las empresas tienen que hacer frente a trabajadores deshonestos. Este tipo de personas suelen tener la mala costumbre de realizar ventas sin registrar. Su modalidad es muy simple, entregan un producto, pero se quedan con el dinero en vez de ingresarlo a la caja. Lo usual es que no entreguen ticket a los clientes. Si los puntos de ventas no cuentan con un sistema formal en que siempre se entreguen boletas, es fácil caer en este problema. 
  • No atender la rotación. Las mercancías existentes, como agentes del abastecimiento, son el punto de partida para determinar la frecuencia y cantidades a comprar. La falta de monitoreo sobre la rotación de los productos genera en la gran mayoría de los casos, compras innecesarias e inventarios obsoletos.

¿Qué hacer para administrar mis inventarios?

En la actualidad existen muchas técnicas y estrategias para el control de inventarios, como puede ser organizar los artículos en función de su valor o ganancia; o también acomodar productos debido al tiempo que tiene que estar en almacén, o por cantidades que tienen necesidad de mover. Cada una representa ventajas o desventajas dependiendo de las necesidades de la empresa.

Ahora ya conoces que la importancia de una adecuada gestión de inventario puede potenciar tu negocio, pero también los riesgos que implica no hacer un diagnóstico preciso de lo que conviene, que pueden traer serios problemas económicos.  Recuerda que existe mucho más que el precio y la calidad de los productos y servicios. Los consumidores más exigentes están dispuestos a pagar más por aquello que les da un valor extra. 

En Lofton, nuestros especialistas realizan el servicio de Inventarios para detallar las existencias en su empresa y determinar el valor de cada una de acuerdo con las Bases Contables, con la finalidad de asegurar el control y valuación de los bienes destinados a la venta. Todo esto se traduce en ventajas para tu operatividad, además de aumentar los márgenes de rentabilidad. Acércate a nosotros, con mucho gusto te brindaremos las estrategias más adecuadas.

C.P. Enrique Garduño