La mediación es una forma de resolver conflictos que permite a las partes que intervienen en un contrato, optar por una solución previa a la controversia ante Juzgados. Esto busca una solución expedita al conflicto, con el fin de evitar costos y el tiempo que implica iniciar un procedimiento legal.

Dentro de la figura de mediación, las partes buscan interlocución ante un mediador, que es una persona física que se encuentra facultada por el Tribunal Superior de Justicia, cuenta con título y grado universitario de carácter oficial. Se caracteriza por ser imparcial, neutral y su principal función es facilitar la comunicación constructiva entre los interesados, que les permita negociar sus intereses y necesidades dentro del marco legal.

Características y ventajas de la figura de mediación

Esta figura tiene además una característica esencial, que no solo sirve para dirimir controversias, sino que busca prevenirlas, a efecto de garantizar un cumplimiento a los contratos o circunstancias del conflicto. Esto tiene la ventaja de  que previenen cualquier contingencia a futuro, además de que ahorran a las partes tiempo y seguimiento de un procedimiento judicial a largo plazo. 

Otra característica que permite a las partes en conflicto reforzar la confianza por esta figura es el carácter de confidencialidad. Un mediador no puede  revelar lo acontecido durante un proceso de mediación, incluso ante instancias legales. Esto beneficia que la mediación no pueda utilizarse después para beneficio de una de las partes en un contexto judicial posterior.

Otra de las ventajas de utilizar esta figura consiste en que las partes interesadas eligen libremente que un mediador facilite la comunicación. Esto tiene además la cualidad de que las partes en conflicto pueden retirarse de la mediación en cualquier momento. Con estos elementos de libre elección buscan que la comunicación sea constructiva y no en un sentido punitivo. Otra ventaja más es que el mediador no busca proponer soluciones que puedan afectar o favorecer a las partes, su papel funciona más como facilitador que busca de prevenir futuras controversias.

¿Bajo qué casos se puede utilizar la figura de mediación?

Las controversias que pueden ventilarse y en su caso resolverse a través de la mediación son prácticamente cualquier materia del derecho general, aquí mencionamos las que consideramos más relevantes:

  • Deudas
  • Problemas condominales
  • Compraventa de artículos defectuosos
  • Incumplimiento de servicios contratados
  • Sociedades civiles y/o mercantiles
  • Incumplimiento de compraventas
  • Situaciones relacionadas con inmuebles, como lo son arrendamientos
  • Obligaciones y contratos de carácter civil: compraventas, arrendamientos, donaciones, hipotecas, reclamaciones de cantidad, accidentes de tráfico
  • Sucesiones: testamentos, legados, legítimas, donaciones, etc.
  • Derecho de familia: matrimonio, separación, divorcio, nulidad, parejas de hecho, adopción, paternidad, alimentos, etc.
  • Propiedades especiales: propiedad horizontal, Comunidades, propiedad intelectual, etc.
  • Personas jurídicas: asociaciones, fundaciones, sociedades civiles
  • Cualquier materia de derecho general

Como se ha señalado, la figura de mediación busca acercamiento de las partes en conflicto hacia disposiciones libres y voluntariamente concertadas que permitan llegar a acuerdos. En el caso de que existan contratos, se buscará que se cumplan en lo establecido, procurando preservar las relaciones entre las partes, antes que acabarlas, con el fin de evitar contingencias futuras. 

Esta figura ha ido tomando fuerza en el ámbito legal mexicano y en la actualidad existen una variedad importante de instancias públicas y privadas que fomentan la solución de conflictos por medios alternos. Estas figuras ya son reconocidas legalmente en varios estados del país y cuentan con el sustento jurídico para ser una vía factible en la resolución de controversias. 

Lic. Claudia Cruz González