La crisis económica, la inflación debido a la Covid-19, y los conflictos políticos han impulsado a las empresas a trasladar sus plantas de producción a un país cercano. Muchas de ellas encuentran a México como un destino ideal para ello.

Desde hace muchos años atrás, las grandes empresas han buscado la forma de expandir sus fronteras al menor costo posible. En su momento, muchas de ellas optaron por el offshoring. Término que acuña el traslado de procesos y servicios de fabricación al extranjero, aprovechando los bajos costos. Por lo que relocalizaron sus plantas de producción a nuevos países, principalmente en Asia, América Latina y África.

Sin embargo, el panorama cambió en los últimos años, principalmente por la pandemia de la Covid-19, que trajo consigo restricciones de movilidad, el cierre de fronteras, y que ralentizó e incluso detuvo el flujo de materias primas y productos terminados, interrumpiendo la producción a nivel mundial.

El caso más sonado de esta situación es quizá la crisis de los chips semiconductores. La cual detuvo la producción de automóviles, consolas de videojuegos, smartphones, entre otros productos. Hoy en día, esta crisis sigue sin superarse, siendo una de las razones para el reacomodo del comercio actual.

Impulsadas por la crisis de materias primas, las empresas comenzaron a replantear sus estrategias de producción global, y comenzaron a considerar el nearshoring. Una estrategia comercial que, si bien no es nueva, hoy en día está cobrando gran relevancia. Principalmente en México, donde muchas empresas extranjeras están volteando a ver.

¿Qué es el nearshoring?

El nearshoring es una estrategia en la que las empresas relocalizan sus operaciones a un país cercano, con una zona horaria similar, para hacer más eficiente su cadena de suministro, acercarse al mercado final y acelerar los tiempos de entrega, generando beneficios para ambas partes.

Actualmente, el nearshoring se ha convertido en un arma competitiva para las industrias. Debido a que les permite continuar con la cadena logística global y el comercio internacional, pero optimiza sus operaciones y, por ende, se reducen los costos y tiempos. Además que los riesgos disminuyen. Por otro lado, los países a donde las empresas se trasladan también resultan beneficiados. Pues se fomenta la generación de empleos y se impulsa el desarrollo económico.

¿Cuáles serían los beneficios para México?

De acuerdo con un estudio realizado por Deloitte, además de fortalecer las relaciones bilaterales con Estados Unidos, y el desarrollo de las cadenas productivas, el nearshoring traería para México diversos beneficios, entre los que destacan que:

  • Las exportaciones aumentarían anualmente hasta en $50 mil millones de dólares adicionales
  • Se añadirían más de 1.1 millones de empleos e impulsaría los salarios
  • La producción manufacturera incrementaría en 2.4 puntos el crecimiento económico nacional
  • La inversión extranjera alcanzaría los $60 mil millones de dólares, equivalente al 4% del PIB

Además del sector manufacturero, hay otras industrias que también se pueden beneficiar con el nearshoring, como el tecnológico, el automotriz, el eléctrico y el electrónico.

De igual forma, las pequeñas y medianas empresas de nuestro país podrían beneficiarse de esta tendencia. Principalmente aquellas que tengan la capacidad de convertirse proveedores de las empresas que trasladen sus operaciones a nuestro país.

¿Qué factores impulsan a México como un destino atractivo para el nearshoring?

Sin duda, el caso más sonado que nos atañe es la llegada de Tesla a Monterrey. Una empresa mundialmente reconocida que ejemplifica la adaptación del comercio en estos tiempos convulsos, donde se prioriza la seguridad financiera y la reindustralización en zonas cercanas.

Históricamente, México ha sido un país de producción y mano de obra cuando el mundo navega por momentos convulsos. Gracias a nuestra cercanía a Estados Unidos y Canadá, el tener husos horarios similares, y contar con los beneficios comerciales del T-MEC, el nearshoring tiende un puente de crecimiento económico.

Todos estos factores hacen que muchas empresas estén pensando en trasladar sus plantas productivas, o parte de estas líneas a nuestro país, como aquellas que buscan deslocalizar su producción manufacturera de China. En ese sentido, podemos decir que algunas de las tensiones geopolíticas que se viven actualmente, también influyen para que esta estrategia económica suceda.

Los retos del nearshoring

Los beneficios que atraen estas nuevas formas de comercio, también conllevan una serie de retos que nuestro país debe abordar y superar para aprovecharlas al máximo. De igual forma, para no perder el interés de las empresas interesadas en establecer sus procesos productivos aquí.

Uno de los principales retos es, desde hace varios años, el tema de la seguridad. Sin duda, este es un factor que a los empresarios e inversionistas les preocupa, y que tomarán en cuenta a la hora de tomar decisiones.

Otro de los desafíos que tiene nuestro país es la infraestructura. Es decir, que existan espacios donde las empresas puedan instalarse, así como ofrecer mejores rutas para el traslado de productos.

Por otro lado, el tema del talento humano es algo en lo que también se debe trabajar, pues si bien, actualmente el costo de la mano de obra en México es más accesible que en China, esto no es suficiente. Es importante contar con mano de obra calificada en muchas áreas. Por ejemplo, personas capacitadas para ensamblar, desarrollar componentes, y preparadas en el ámbito tecnológico. Para conseguir esto, es importante mejorar la oferta educativa y capacitar al talento con nuevas habilidades.

Necesitamos trabajar en conjunto para que funcione el nearshoring

Los eventos de los últimos años nos han demostrado que las cosas pueden cambiar de un momento a otro, y cuán importante es que las empresas, además de ser resilientes, comiencen a mirar más cerca de sí mismas y optimicen costos.

Aunado a esto, el panorama económico y las diversas tensiones y cambios geopolíticos en distintas partes del mundo, han provocado que las empresas contemplen la opción del nearshoring para hacer más eficientes sus cadenas productivas.

Bajo ese contexto, México se posiciona como un destino atractivo para las empresas extranjeras que quieren reubicar su producción más cerca del mercado estadounidense. De hecho, son varias las empresas que, además de Tesla, han mostrado y anunciado su interés por invertir en nuestro país, lo cual traería grandes beneficios para la economía.

Para no perder el interés generado, pero, sobre todo, para que el nearshoring tenga el éxito esperado en nuestro país, resulta de vital importancia que líderes políticos y empresariales trabajen en conjunto para aprovechar la gran oportunidad que se avecina.

C.P. Enrique Garduño, Socio de Auditoría y Consultoría Estratégica