Si tu empresa realiza importaciones, seguramente mes con mes tu contador te solicita el expediente de pedimentos y el data stage (reporte con la totalidad de operaciones registradas en el SAII), así como los documentos que comprueben la importación de un servicio para realizar el registro y conciliación de esta información con la contabilidad de tu empresa. 

Estos registros tienen entre sus objetivos poder hacer deducibles los montos pagados por adquisición de mercancías o servicios importados. La Ley del ISR (artículo 27, fracción XIV) establece que, siempre y cuando se compruebe que las mercancías cumplan con los requisitos legales, podrán realizarse las deducciones correspondientes.

La importancia del pedimento

Tú como importador debes considerar que  el pedimento es el documento que comprueba el cumplimiento de los requisitos legales para tus mercancías. Éste contiene la información relativa a las mismas, el tráfico y el régimen aduanero al que se destinan, así como los datos exigidos para cumplir con las formalidades para su entrada al territorio nacional. 

Es importante señalar que el pedimento y cualquier otro medio adicional donde se transfiera a la autoridad información se convierten en una declaración de carácter oficial, tanto de tu empresa como de las mercancías o servicios que amparan, y sobre todo deben ser coincidentes entre sí. 

Si bien la información declarada en pedimento también es revisada por el agente aduanal o agencias aduanales con los cuales trabajes, debes tomar en cuenta que como importador existen obligaciones adicionales que debes cumplir, como las señaladas en el artículo 59 de la Ley Aduanera

  • Llevar sistemas de control de inventarios en forma automática y actualizada
  • Estar inscrito en el o los padrones de importadores 
  • Integrar un expediente físico y electrónico de los documentos de importación.

¿Qué pasa con las revisiones por parte de la autoridad?

En caso de no cumplir con las consideraciones mencionadas o presentar información errónea, la autoridad podrá determinar omisiones en la información, ilegalidad de la mercancía de procedencia extranjera e incluso no poder deducir importaciones. 

La autoridad fiscal mexicana ha adoptado una directriz en su línea de trabajo, a través de la cual las operaciones de comercio exterior (sobre todo si se detectan irregularidades) pueden derivar en revisiones de tu contabilidad interna y viceversa; esto de acuerdo con declaraciones de Sylvia Saucedo titular de la Administración General de Auditoría de Comercio Exterior (AGACE) del SAT.