Una empresa se compone de muchas áreas y elementos de suma importancia, pero… ¿Cuál es el factor indispensable para que todos persigan un mismo objetivo, trabajen en conjunto en un todo orgánico? Una empresa está compuesta por seres humanos, los cuales comparten intereses para obtener un beneficio mutuo, en consecuencia, una empresa crece, evoluciona o se destruye por la calidad y el comportamiento de su gente. 

Algo que distingue el nivel de éxito en una empresa de otra son los seres humanos que allí laboran, las habilidades que cada uno posee para desarrollar sus actividades y demostrar conocimientos de toda clase, un tercer elemento que se deriva de ello es la cultura organizacional que se ha logrado con el tiempo. 

A través de los recursos humanos es que los demás recursos (materiales, financieros, técnicos o tecnológicos) se pueden utilizar efectivamente. Por estas razones podemos señalar que el verdadero motor de una empresa son los integrantes de esta, incluso más que las máquinas, el capital o la infraestructura. 

Las principales funciones de los recursos humanos podemos dividirlas en seis componentes: 

  1. Definir qué personal es el que la organización requiere
  2. Reclutar y contratar a las personas adecuadas
  3. Retener a los mejores colaboradores 
  4. Lograr que los empleados contribuyan con los objetivos de la empresa
  5. Remunerar o compensar a los colaboradores por sus aportaciones
  6. Desarrollar al personal y lograr una mayor autorealización

Parecería muy fácil lograr estas funciones, sin embargo, en la actualidad hay muchas empresas que se preocupan más por medir el capital humano. Aunque recursos humanos y capital humano pueden parecer términos similares, en realidad tienen  diferencias importantes que es necesario señalar: el capital humano se relaciona con el valor que producen las capacidades de las personas desde una perspectiva multifactorial, es decir, además de la educación o la experiencia, se observan cualidades más específicas como capacidad de aprender, de mejorar, de adaptarse, de trabajar bajo determinadas circunstancias, toma de decisiones. Digamos que el capital humano se mide en esas cualidades particulares, mientras que los recursos humanos ven a las personas dentro del ecosistema de la empresa, gracias a esta visión más amplia, puede abordar metas y objetivos a largo plazo con el personal, en sintonía con los objetivos de la organización.

Valorar el capital humano por encima de los recursos humanos es desafortunado para las empresas y para el personal que labora en ellas, ya que repercute en el personal cuando no logran obtener un desarrollo, sentido de pertenecía, eficiencia o lo más importante, lo que define a la empresa y diferencia de cualquier otra, una cultura organizacional saludable. 

Por supuesto que es necesario medir los factores del capital humano, pero esto no implica pensar que los recursos humanos son sólo para la gestión del personal. Está comprobado que el personal que se siente identificado, que tiene sentido de pertenencia o bien, se siente reconocido en su trabajo es mucho más productivo, independientemente del puesto, estudios o capacidades singulares.

Hablar de cómo ha evolucionado la gestión de recursos humanos en la actualidad consiste ver más allá de una contratación o una baja.  Este departamento debe estar alineado con la estrategia de la organización, para así lograr los objetivos conjuntamente, también debe de velar por la gestión humana y sensibilizarse con las necesidades del personal. Un área efectiva de recursos humanos debe estar al tanto de todas las circunstancias que influyen en personal, así como de los objetivos de la empresa, para lograr un equilibrio que permita un ecosistema saludable. Si por ejemplo, la empresa quiere implementar planes de gestión de rendimiento, el área de recursos humanos puede promover también un plan de bonos y beneficios; es decir, buscar el beneficio mutuo que permita a las empresas alcanzar sus objetivos y a los trabajadores, sentirse reconocidos por su esfuerzo.

Lic. Angélica Vargas