En nuestro último blog sobre el tema de cartas invitación hablamos sobre como el Servicio de Administración Tributaria la utiliza para para “invitar” masivamente a los contribuyentes a regularizar su situación fiscal o para “amablemente” pedirte que te inscribas al Padrón de Prevención de Lavado de Dinero. 

Pues bien, nuestro equipo jurídico fiscal ya ha atendido varias solicitudes de este tipo con clientes y queremos contarte qué vimos, cómo está actuando el SAT con los contribuyentes que acuden a la cita y qué te conviene hacer al respecto.

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No hay solo un criterio de actuación

Lo primero que detectaron los equipos de trabajo fue que al parecer cada administración desconcentrada del SAT varía la forma en que te proporciona la información relativa a las supuestas inconsistencias o irregularidades detectadas. En algunas administraciones te proporcionan una copia simple con preguntas relacionadas con tus obligaciones pendientes, mientras que otros, más estrictos, te piden que lo anotes en una hoja ¡porque no te permiten usar tu celular!, y ni si quiera te dan un documento que ampare que acudiste a tu cita.

Te fiscalizan sobre varios ejercicios

Cuando nuestros clientes han recibido cartas invitación “para regularizar su situación fiscal” se sorprenden porque llevan sus estados financieros al corriente. Al acudir a aclarar o ver qué situación es la que requiere aclaración la autoridad informa que es por irregularidades de diversos ejercicios. Lo alarmante de esto, es que a través de una carta invitación (requerimiento informal) te solicita aclaración o regularización sobre varios ejercicios, situación que no se permite en una facultad de comprobación (es decir un requerimiento formal). En efecto, nuestros expertos han detectado que la fiscalización es por tres ejercicios fiscales ¡como mínimo!, situación alarmante y que sorprende a los contribuyentes porque pareciera que las autoridades están buscando cualquier pretexto.

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Muchos ejercicios, pocos plazos

La autoridad ya detectó irregularidades y las ha presentado al contribuyente sobre diversos ejercicios. Ahora bien, al darnos la información que se requiere aclarar, si bien nos va, la apuntamos en una hoja o nos dan copia simple. Está bien, quieres que el contribuyente aclare dudas sobre los últimos años, de acuerdo, hay medios de comprobación. Pero si la autoridad te da plazos de no mayores a dos semanas nos parece, por decirlo suavemente, desproporcionado. Nuestros especialistas han detectado que los plazos que da la autoridad para sustentar operaciones previas son inversamente proporcionales al plazo en que te fiscalizan, una trampa pues.

¿Qué hacer ante este terrorismo fiscal?

En Lofton creemos que la cultura del cumplimiento es el camino para que nuestros clientes y las empresas aseguren sus metas. Sin embargo, enfrentarnos a situaciones como las que describimos francamente nos hacen pensar que las estrategias de este gobierno para recaudar más no son las más adecuadas. No pasan por valorar la importancia de un contribuyente cumplido y toman la salida fácil, creer que todos somos potenciales defraudadores. La buena fe y la confianza que se dice en público contrasta con una fiscalización tan agresiva.

Lo mejor que podemos recomendar a los contribuyentes, así como lo hacemos con nuestros clientes es blindar sus operaciones y tener los soportes documentales ante cualquier eventualidad. Si bien la carta invitación no es un requerimiento formal, acudir a ella te podrá prevenir sobre fiscalizaciones o auditorías todavía más agresivas. Si vas a atender una carta invitación, de preferencia:

  • acude con especialistas en la materia, puede ser con tu contador, representante legal, pero no acudas sólo, siempre es mejor tener dos oídos para los temas que se traten.
  • Brinda el soporte de la información que únicamente te soliciten
  • Asesórate con los expertos

Editorial Lofton