De conformidad con el artículo 58 de la Ley Federal de Trabajo (LFT), se define a la Jornada de Trabajo como “el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrón para prestar su trabajo”.

En este orden de ideas, los artículos 60 y 61 de la LFT, estipula los máximos legales en los que se debe desarrollar la jornada de trabajo, mismos que se encuentran resumidos en la siguiente tabla:

Correlacionando lo anterior, en el artículo 59 del citado ordenamiento legal, señala la posibilidad de ajustar los máximos legales diarios, a fin de permitir el descanso del sábado por la tarde, sin que por esta circunstancia se considere como horario extraordinario que se deba pagar a los trabajadores.

Puede existir mutuo acuerdo entre el trabajador y el patrón para determinar la duración de la jornada de trabajo, o puede ser mediante el contrato o el perfil del puesto, sin que se puedan exceder los límites señalados.

Como complemento de la jornada de trabajo se tiene contemplado un día de descanso obligatorio a la semana, de preferencia los domingos. Otra práctica muy común es extender las horas de lunes a viernes a nueve horas, para que sábado y domingo sean ambos de descanso.  Adicional a ello existen otros mecanismos que otorgan días y horas de descanso extras, que se incluyen dentro del día habitual de trabajo y están en función del “salario emocional” que cada empresa pueda otorgar, por ejemplo: días de descanso por productividad, efemérides, trabajo en casa, por cuidado de los hijos, etcétera. Cada empresa es libre de aplicar estos horarios en función de sus necesidades.

Ante la realidad laboral de nuestro país, muchos paradigmas relacionados a la jornada laboral están sufriendo cambios provocados principalmente por las propias dinámicas de trabajo, por los avances tecnológicos y por derechos sociales cada vez más valorados. 

Lo que resulta evidente es que las largas jornadas no necesariamente se traducen en horas productivas. México es uno de los países de la OCDE donde más horas se trabaja (¡más de 2,300 horas al año!), pero ello no se traduce en horas efectivas o productivas. Sin detenernos en las múltiples causas de la cultura laboral mexicana, es evidente que, en el panorama laboral actual, se busquen alternativas que logren aumentar las horas productivas de los trabajadores, flexibilizando los horarios. Todas estas medidas, de las cuales ya mencionamos algunos ejemplos, han impactado positivamente en las actitudes, emociones y compromiso de los trabajadores, porque atienden necesidades concretas que refuerzan lazos valiosos para cualquier organización. En toda organización existen áreas clave, de las cuales no podemos prescindir del personal durante la jornada, pero también hay otras que pueden implementarse cambios en los horarios con el objetivo de mejorar los índices.

En Lofton Servicios Integrales, contamos con especialistas en Derecho del Trabajo, que pueden brindarte estrategias para el cumplimiento y aplicación de la legislación del Trabajo; con el fin de maximizar y aprovechar los beneficios que la Ley te permite, en beneficio de tu productividad.

Lic. Erik Lozano