El Acuerdo de Paris y la Reforma Eléctrica son elementos contradictorios que van en direcciones opuestas. El primero aboga por acciones concretas para atender la emergencia del cambio climático. La segunda, privilegia energías fósiles altamente contaminantes.
¿Qué es el Acuerdo de Paris?
El Acuerdo de París es un Tratado Internacional que entró en vigor en noviembre de 2016, es de carácter jurídicamente vinculante e incluye a 196 países firmantes.
Su objetivo principal es que cada uno de los firmantes se comprometen a reducir las emisiones de efecto invernadero para reducir y limitar el calentamiento global. Su objetivo es limitar el aumento de la temperatura a niveles de menores a 2° centígrados.
Función del Acuerdo
Para alcanzar el objetivo, cada uno de los miembros debe realizar modificaciones a su legislación e intentar hacer regulaciones con la tecnología aplicable actual.
También cada país presentó su plan de acción para establecer sus contribuciones determinadas a nivel nacional de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Las contradicciones de la Reforma Eléctrica y el Acuerdo de Paris
Como ya mencionamos en nuestro blog sobre la Reforma Eléctrica, nuestro país perderá competitividad en la generación de energía debido a que la Comisión Federal de Electricidad pretende “retomar la rectoría del estado” en materia de electricidad.
Lo que en realidad sucederá es que la CFE vuelva a acaparar el mercado de producción y distribución, dejando en último término a proveedores de energías menos agresivas con el ambiente.
¿Qué quiere decir esto? Que en lugar de aplicar tecnologías limpias como se menciona en el Acuerdo de Paris, estaremos generando electricidad con obsolescencia, y lo peor es que tendrá privilegio comercial y de uso sobre otro tipo de energías.
Para nuestro país, el firmar Tratados de cualquier índole equivale a estar agregando contenido a la Constitución Política Nacional, esto supone que las leyes emanadas de dicho Acuerdo se encuentran en rango constitucional. Por este motivo, el hecho de la Reforma pone en jaque la continuidad de México en el cumplimiento de emisiones.
El Acuerdo de Paris y las Reforma Eléctrica son elementos contradictorios.
Metas específicas de México en el Acuerdo de Paris
Una de las metas de México dentro de los objetivos del Acuerdo es producir el 35% de la energía que se consume en el país por parte de tecnologías sustentables y limpias.
Sin embargo, al haberse aprobado la Reforma Eléctrica sin las reservas que se emitieron, la CFE continuaría privilegiando el uso de energías fósiles como el combustóleo , que es uno de los contaminantes que más producen gases de efecto invernadero.
Aunado a esto, se requeriría una mayor producción del combustible fósil para poder surtir a aquellas plantas que ya son obsoletas y que el gobierno pretende rescatar y poner en funcionamiento de nueva cuenta.
México a contracorriente del esfuerzo mundial
Por otro lado, en días anteriores se presentó el Estudio de cambio climático 1980-2010 en el cual se hace mención que en nuestro país el incremento de temperatura es mayor al promedio mundial al registrarse por arriba de 0.45° justo por la quema de combustibles fósiles sin la supervisión adecuada y con la falta de uso de tecnologías apropiadas en estas plantas.
Como consecuencia de esto, México estaría no solo evadiendo la responsabilidad social y civil que tiene al firmar el pacto, sino que, a su vez, estaría desacreditando su marco legal de rango constitucional, motivo por el cual esto tendrá una revisión por parte de la Suprema Corte De Justicia de la Nación.
Afectaciones al comercio exterior y a nivel internacional
Es importante enfatizar que la firma de un Tratado de índole vinculante compromete a nivel internacional al país a cumplir las metas u objetivos que este conlleva.
Omitir su cumplimiento puede hacernos acreedores a sanciones en otros rubros por no cumplir con lo pactado, que pueden ir desde aplicación de aranceles con países con los que tenemos trato de nación favorecida, hasta la aplicación de embargos a productos realizados dentro del país con lo cual nuestras exportaciones se verían afectadas.
Esta polémica Reforma seguramente será cuestionada en su legalidad. La decisión que tome la Suprema Corte de Justicia sobre este tema, que puede llegar a durar años para que se emita, será un parteaguas sobre lo que pudiese suceder a futuro con otros temas similares, en los cuales se violenten de algún modo los derechos universales de carácter vinculante plasmados en la Constitución y en los distintos acuerdos.
Como sociedad, es necesario informarnos y tomar parte de lo que sucede con las decisiones que toman las autoridades y no dejarles solo el paquete completo a ellos; debemos ser críticos de aquello que sucede y protestar contra lo que vaya en contra de beneficios a los que, como ciudadanos del mundo, tenemos derecho.